El codo del tenista es una afectación, también es conocida por el nombre de Epicondilitis lateral, es una afectación dolorosa que se localiza en el codo y está provocada por el uso excesivo.
Suele conocerse por este nombre, debido a que los jugadores de tenis, suelen padecer esta afectación, debido a los movimientos repetitivos que se producen durante los partidos y entrenamientos.
También lo pueden desarrollar jugadores de otros deportes de raqueta; así como, al realizar actividades que pueden aumentar el riesgo de padecer esta afección.
¿Cuál es la sintomatología?
El codo del tenista es una inflamación, ocasionada por un micro desgarro de los tendones que unen los músculos del antebrazo, en la parte externa del codo.
Los músculos del antebrazo y los tendones, se dañan por el exceso de trabajo y la repetición de movimientos durante largos periodos de tiempo, ocasionando dolor y un aumento de la sensibilidad en la parte externa del codo.
¿Qué tratamientos hay para el codo del tenista?
Para tratar esta afectación, suele haber varios tipos de tratamiento, aunque en la mayoría de los casos, el tratamiento supone en un primer momento la realización de sesiones de rehabilitación con fisioterapeutas; y en algunos casos, más graves se puede requerir el tratamiento quirúrgico.
¿Cuál es la anatomía del codo?
El codo es una articulación que se encuentra compuesta por 3 huesos: Húmero (el cual se encuentra en la parte superior del brazo), radio y cúbito (dos huesos del antebrazo).
Además, hay muchas protuberancias óseas en la parte inferior del húmero, que reciben el nombre de epicóndilos, este es el lugar en el que varios músculos del antebrazo inician su recorrido.
Después hay otra protuberancia ósea en la parte externa lateral del codo, denominado epicóndilo lateral.
La articulación del codo, se encuentra unida mediante músculos, ligamentos y tendones.
La afección del codo del tenista, afecta a los músculos y tendones del antebrazo, que son los encargados de realizar el movimiento de extensión de la muñeca y los dedos.
Los tendones del antebrazo, reciben el nombre de extensores, son los encargados de sujetar los músculos al hueso.
El tendón que se encuentra afectado en el codo del tenista, es el extensor radial del carpo (ECRB)
¿Cuáles son las causas?
Las causas más frecuentes que suelen provocar el codo del tenista, suelen ser consecuencia del daño muscular en la zona del antebrazo. El músculo ECRB, ayuda a estabilizar la muñeca en el momento en el que el brazo está recto.
En los casos, en los que éste músculo está debilitado por el uso excesivo, se forman micro desgarros en el tendón, en el lugar en el que se sujeta al epicóndilo lateral, ocasionando dolor e inflamación.
Este tendón, también suele tener un mayor riesgo de afectarse debido a su posición y recorrido, cuando se produce el gesto de doblar el codo y se estira la muñeca, el músculo rojo presiona contra las protuberancias óseas y puede causar un desgaste con el transcurso del tiempo.
¿Cuáles son las actividades que pueden provocar el codo del tenista?
Los atletas no suelen ser las únicas personas afectadas por esta patología, también puede surgir en personas que tienen trabajos o actividades repetitivas, que requieren de un uso repetitivo y una actividad intensa del músculo del antebrazo, la extensión repetitiva de la muñeca y la mano.
Algunas de las profesiones que suelen ocasionar esta afectación, son las siguientes: pintores, carpinteros, plomería, carnicerías, cocineros, chefs…debido a los movimientos repetitivos de los brazos, y el levantamiento de pesos durante el trabajo, pueden provocar este tipo de lesiones.
Otros factores que pueden influir:
- La edad: la mayor parte de las personas que padecen esta afectación, suelen tener entre 30 y 50 años, aunque en cualquier edad se puede desarrollar esta afectación.
También puede aparecer en personas jóvenes que practican tenis, pádel u otros deportes de raqueta y tengan técnicas de golpes y usen equipos incorrectos que pueden favorecer su aparición.
- Factores desconocidos: también puede aparecer sin lesiones repetitivas ni movimientos repetitivos. Este tipo de aparición, se conoce por el nombre de idiopática o de causas desconocidas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del codo del tenista, suelen aparecer gradualmente, aunque en la mayoría de los casos, el dolor suele iniciarse de forma leve e intermitente, aunque posteriormente el dolor empeora con el paso de las semanas o meses.
Los signos más frecuentes son los siguientes:
- Dolor y ardor en la parte externa del codo
- Pérdida de la fuerza de agarre
- Dolor nocturno
Los síntomas poco a poco, empeoran con la actividad del antebrazo, al sostener una raqueta, girar una llave o al sujetar fuertemente algún otro objeto. Generalmente suele estar más afectado el brazo dominante, aunque en algunas ocasiones, también pueden verse afectados ambos brazos.
Exploración clínica
Durante la exploración clínica, el especialista médico, considerará muchos factores para llevar a cabo su diagnóstico, como: desarrollo de los síntomas, factores de riesgo, actividad laboral y deportiva.
En el caso que haya notado la sintomatología que hemos mencionado anteriormente, le recomendamos que acuda a su médico o especialista de confianza, para poder realizar el tratamiento apropiado cuanto antes.
¿Qué pruebas clínicas puede realizar el médico?
El médico podría recomendar ciertas pruebas adicionales para descartar otras causas o afectaciones.
Algunas de las pruebas más utilizadas para el diagnóstico de esta afectación suelen ser:
- Radiografías: mediante las radiografías, el especialista, podrá determinar las estructuras óseas afectadas, además será de gran importancia para descarar la artritis del codo.
- Resonancia magnética: mediante esta prueba podremos comprobar el estado de los tejidos blandos del cuerpo: músculos y tendones. Además mediante el sonido magnético, se podrá determinar el grado del daño de las estructuras, para descartar otras lesiones.
- Electromiografía: mediante esta técnica podremos descartar una compresión nerviosa, debido a que muchos nervios pasan alrededor del codo y los síntomas de una compresión de estas estructuras, son muy similares a los del codo del tenista. Por lo que, esta prueba servirá para realizar un diagnóstico diferencial.
¿Cuáles son los tratamientos?
Los tratamientos para esta afectación pueden ser conservadores y quirúrgicos. Aproximadamente entre el 80 y 95% de los pacientes, suelen recuperarse con tratamientos conservadores.
El tratamiento conservador, consiste en el descanso moderado, dejando o disminuyendo la participación en deportes o actividades intensas u otras actividades que pueden desencadenar la sintomatología dolorosa durante varias semanas.
Puede estar indicado el uso de medicamentos analgésicos o antiinflamatorios, para reducir la sintomatología.
Te recomendamos que antes de automedicarse, acudas a tu médico o especialista que te lleve, para evitar posibles problemas ocasionados por medicarse de forma incorrecta.
Tratamiento de fisioterapia: es aconsejable acudir a un fisioterapeuta, para que mediante algunos ejercicios específicos, nos ayude a fortalecer los músculos del antebrazo.
El fisioterapeuta, puede realizar pruebas como: ecografías, terapias manuales o técnicas de estimulación muscular, para ayudar a curar el músculo afectado.
El uso de férulas, estarán centradas para inmovilizar la parte trasera del antebrazo, con el objetivo de ayudar a aliviar los síntomas, ya que favorece el descanso e inmoviliza el brazo, para procurar que disminuya la inflamación.
Inyecciones de esteroides, en algunos casos más avanzados, se pueden necesitar la aplicación de infiltraciones con medicamentos antiinflamatorios, aplicados directamente en la zona inflamada y afectada.
Plasma rico en plaquetas: este es un tratamiento biológico, que tiene la función de mejorar el entorno biológico del tejido. Se realiza obteniendo pequeñas muestras de sangre del brazo y centrifugarla, para así poder obtener las plaquetas de la solución sanguínea.
Las plaquetas contienen altas concentraciones de factores de crecimiento, que pueden inyectarse en el área afectada.
¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico?
Ese tratamiento se suele aplicar, cuando los síntomas no responden después de 6 a 12 semanas de recibir tratamiento conservador, es entonces cuando el médico puede proponer el tratamiento quirúrgico.
También puede ser el tratamiento de elección en los casos en los que se observa afectación grave de las estructuras musculares, tendinosas y óseas, y no haya un buen pronóstico con el tratamiento conservador.
El tratamiento quirúrgico, consiste en extraer el músculo enfermo y sostener el músculo sano en el hueso.