¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía, también conocida como hipermetropía o hipermetropía, es una afección ocular frecuente en la que los objetos cercanos aparecen borrosos, mientras que los lejanos suelen verse con mayor claridad.

Esta afección se produce cuando el globo ocular es demasiado corto o la córnea (la cubierta externa del ojo) tiene una curvatura demasiado pequeña.

Esto hace que los rayos de luz no se enfoquen correctamente en la retina (la parte sensible a la luz situada en la parte posterior del ojo), lo que provoca visión borrosa.

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Causas

Puede producirse si la potencia del cristalino es demasiado baja o si el punto de enfoque de la luz que entra en el ojo queda por detrás de la retina.

Suele ser un trastorno genético, es decir, hereditario. Algunos problemas relacionados con la salud, como la diabetes mal controlada y el desprendimiento de retina, así como el uso prolongado de ciertos medicamentos que pueden inducir cataratas, pueden aumentar el riesgo de desarrollar hipermetropía.

Síntomas y diagnóstico

Algunos de los síntomas más frecuentes son la dificultad para enfocar objetos cercanos, la fatiga visual, los dolores de cabeza, la visión borrosa o doble al mirar objetos cercanos, y entrecerrar los ojos para intentar que los objetos cercanos parezcan más nítidos.

Suele diagnosticarse con un examen ocular completo, que incluye una prueba de agudeza visual, una prueba de refracción y un examen del ojo por un optometrista u oftalmólogo.

La prueba de agudeza visual mide la precisión de la visión de una persona, mientras que la prueba de refracción consiste en utilizar un foróptero para determinar la graduación exacta de las lentes correctoras que proporcionarán una visión clara.

La exploración ocular implica el uso de una lámpara de hendidura para examinar las estructuras internas del ojo y realizar un cribado de posibles afecciones oculares, como cataratas o glaucoma.

Tratamiento

Puede tratarse eficazmente con gafas graduadas o lentes de contacto diseñadas para refractar los rayos de luz de forma que las imágenes lejanas y cercanas se enfoquen directamente en la retina, permitiendo así una visión clara.

También puede utilizarse la cirugía, como la cirugía ocular con láser (LASIK), para corregir la hipermetropía remodelando la córnea.

El tratamiento específico dependerá de las necesidades de cada paciente, su estilo de vida y su salud ocular general.

Prevención

Dado que la hipermetropía es un trastorno genético, no puede prevenirse.

Sin embargo, el desarrollo y la progresión de la hipermetropía pueden minimizarse practicando buenos hábitos de salud ocular, como seguir una dieta equilibrada con abundantes antioxidantes, hacer ejercicio con regularidad y hacer descansos periódicos cuando se utiliza el ordenador o se lee durante periodos prolongados.

También se recomienda que las personas de todas las edades se sometan a revisiones oculares periódicas con un optometrista u oftalmólogo para controlar y evaluar su salud ocular.

Es una afección ocular frecuente que afecta a millones de personas en todo el mundo. Está causada por la incapacidad del ojo para enfocar los rayos de luz en la retina, lo que provoca una visión borrosa de los objetos cercanos.

Puede tratarse eficazmente con gafas graduadas o lentes de contacto y, en algunos casos, con cirugía. Practicar buenos hábitos de salud ocular y programar revisiones oculares periódicas puede ayudar a minimizar el desarrollo y la progresión de la hipermetropía.

Es una afección ocular frecuente que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se debe a la incapacidad del ojo para enfocar los rayos de luz en la retina, lo que provoca una visión borrosa de los objetos cercanos.

Puede tratarse eficazmente con gafas graduadas o lentes de contacto y, en algunos casos, con cirugía. Practicar buenos hábitos de salud ocular y programar revisiones oculares periódicas puede ayudar a minimizar el desarrollo y la progresión de la hipermetropía.