Infecciones del tracto urinario (ITU) es un término utilizado para describir las infecciones del sistema urinario, que incluye los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.
Las ITU suelen producirse en la uretra y la vejiga, pero también pueden afectar a los riñones y los uréteres. Las ITU se encuentran entre las infecciones bacterianas más frecuentes en EE.UU., y afectan a casi el 50% de las mujeres en algún momento de su vida.
Tipos de infecciones del tracto urinario
Existen varios tipos distintos de ITU, cada uno con su propio conjunto de síntomas y opciones de tratamiento. El tipo más frecuente de ITU es la infección de vejiga, que se produce cuando las bacterias se desplazan desde la uretra y entran en la vejiga. A veces se conoce como cistitis y puede causar micción frecuente, sensación de quemazón al orinar y orina turbia o maloliente.
Una uretritis es una infección de la uretra, y es el tipo más frecuente de ITU en los hombres. Puede causar síntomas como sensación de quemazón al orinar y secreción.
Una pielonefritis es una infección renal, que constituye una forma más grave de ITU. Este tipo de ITU puede causar dolor de espalda, náuseas y vómitos, fiebre y escalofríos, y sangre en la orina.
Factores de riesgo de las ITU
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle una ITU. Entre ellos se incluyen:
- Ser mujer: las mujeres tienen una uretra más corta que los hombres, lo que facilita la entrada de bacterias en la vejiga.
- Actividad sexual: mantener relaciones sexuales puede hacer que se introduzcan bacterias en la uretra.
- Envejecimiento.
Los cambios en el sistema urinario que se producen como consecuencia del envejecimiento pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle una ITU.
Anomalías del tracto urinario. Las anomalías estructurales del sistema urinario pueden facilitar la entrada de bacterias en la vejiga.
Obesidad. El sobrepeso o la obesidad pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle una ITU.
ITU previa. Haber tenido una ITU en el pasado puede aumentar el riesgo de que una persona desarrolle otra ITU.
Diagnóstico y tratamiento
Las ITU suelen diagnosticarse basándose en los síntomas de una persona y en un análisis de orina. El análisis de orina sirve para detectar la presencia de bacterias y sangre en la orina. Una vez diagnosticada la ITU, suele tratarse con antibióticos.
Los antibióticos son el tratamiento más utilizado para las ITU, y suelen tomarse durante 3 a 7 días. Además de los antibióticos, pueden recomendarse otros tratamientos para aliviar los síntomas, como beber mucha agua y tomar analgésicos sin receta.
Prevenir las infecciones del tracto urinario
Pueden tomarse varias medidas para ayudar a prevenir las ITU. Entre ellas se incluyen:
- Beber mucho líquido, sobre todo agua. Esto puede ayudar a eliminar las bacterias del tracto urinario.
- Orinar inmediatamente después de mantener relaciones sexuales. Esto puede ayudar a eliminar cualquier bacteria que pueda haberse introducido en la uretra durante el coito.
- Vestir ropa holgada. La ropa ajustada puede crear un entorno cálido y húmedo que es ideal para el crecimiento de bacterias.
- Elegir el método anticonceptivo adecuado. Algunos tipos de anticonceptivos, como los diafragmas y los productos espermicidas, pueden aumentar el riesgo de que una mujer desarrolle una ITU.
Si tienes síntomas de una ITU, es importante que acudas a un profesional sanitario para que te haga un diagnóstico preciso y te dé el tratamiento adecuado. Aunque las ITU son frecuentes, pueden ser graves si no se tratan adecuadamente.
Independientemente de que seas hombre o mujer, joven o mayor, hay medidas que puedes tomar para prevenir las ITU. Haciendo algunos sencillos cambios en tu estilo de vida, puedes reducir el riesgo de padecer una ITU y mantener sano tu sistema urinario.