La poliquistosis renal (PKD) es una enfermedad hereditaria que provoca la formación de numerosos quistes en los riñones.
Estos quistes pueden provocar daños graves e irreversibles si no se controlan y tratan adecuadamente. La enfermedad suele diagnosticarse en adolescentes y adultos.
Puede ser leve o potencialmente mortal, dependiendo de su gravedad y de la progresión de la enfermedad.
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Síntomas de la poliquistosis renal
Los síntomas de la PKD pueden variar mucho de una persona a otra. Algunos de los síntomas más frecuentes son:
– Tensión arterial alta (hipertensión)
– Dolor o sensibilidad abdominal
– Hinchazón abdominal
– Infecciones urinarias frecuentes
– Sangre en la orina
– Cálculos renales
– Vómitos o náuseas
Si no se trata, la ERP puede dar lugar a complicaciones aún más graves, como insuficiencia renal, aneurismas y quistes que afectan a otros órganos, incluido el hígado.
Causas
La PKD es una enfermedad hereditaria, causada por una mutación genética que se transmite de padres a hijos. Las dos formas principales de PKD son la PKD autosómica dominante (ADPKD) y la PKD autosómica recesiva (ARPKD).
La ADPKD es mucho más frecuente que la ARPKD, y es el tipo más común de PKD en adultos. La ARPKD, antes conocida como PKD infantil, es una versión mucho más rara y grave de la enfermedad que suele presentarse en los primeros meses de vida.
Diagnóstico y tratamiento
La PKD suele diagnosticarse mediante una combinación de análisis de sangre, análisis de orina, pruebas de imagen (como ecografías o TAC) y pruebas genéticas.
Aunque actualmente no existe cura para la PKD, hay varios tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones.
Estos tratamientos pueden incluir medicamentos para la tensión arterial, fármacos para el control del dolor y antibióticos para tratar las ITU.
Además, algunos pacientes pueden ser candidatos a tratamientos más agresivos, como la extirpación quirúrgica de los quistes.
Prevención de la poliquistosis renal
Aunque no hay forma de prevenir completamente la ERP, pueden tomarse varias medidas para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Estas medidas incluyen:
– Análisis de sangre y orina periódicos para detectar los primeros signos de PKD
– Mantener un estilo de vida sano, que incluya una dieta equilibrada y ejercicio regular
– Evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol
– Comentar los antecedentes familiares de PKD con un profesional sanitario
Además de estas medidas, se recomienda a las personas con antecedentes familiares de PKD que consideren la posibilidad de someterse a asesoramiento y pruebas genéticas para determinar su riesgo de desarrollar la enfermedad.
La ERP es una enfermedad hereditaria que provoca la formación de numerosos quistes en los riñones. La enfermedad puede provocar numerosas complicaciones si no se controla y trata adecuadamente.
Aunque actualmente no existe cura para la PKD, hay varios tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones.
Además, pueden tomarse varias medidas para reducir el riesgo de desarrollar PKD, como el control regular de los primeros signos de la enfermedad, el mantenimiento de un estilo de vida sano y la consulta de cualquier antecedente familiar de PKD con un profesional sanitario.